La integración de la respiración controlada junto con otras aplicaciones del IoT en el campo de la salud, representan un avance significativo en el bienestar personal.
El lanzamiento del primer Apple Watch el 26 de junio de 2015 introdujo numerosas aplicaciones, entre ellas, una denominada ‘Respirar’. Inicialmente escéptico respecto a su utilidad, su experiencia personal eventualmente transformó esta percepción, reconociendo el impacto significativo de la respiración controlada en el bienestar físico y mental.
Esta técnica, que puede practicarse en cualquier lugar y momento, ejerce una influencia positiva sobre el sistema nervioso autónomo, regulando aspectos vitales como la frecuencia cardíaca y la digestión. Además, estudios, como uno publicado por el NCBI en 2018, han corroborado sus beneficios en la reducción del estrés y la mejora de la concentración. La disponibilidad de esta práctica en dispositivos inteligentes de diversas marcas facilita su adopción, ofreciendo una herramienta valiosa para el manejo del estrés y la promoción de la salud general.
La integración de la respiración controlada, como se evidencia en aplicaciones de dispositivos inteligentes, junto con la utilidad del IoT en la salud, representa un avance significativo en el bienestar personal. Los dispositivos IoT no solo facilitan prácticas de bienestar como la respiración consciente, sino que también permiten una monitorización continua de la salud, mejorando la gestión del estrés y promoviendo un estilo de vida saludable. Esta sinergia entre tecnología y bienestar personal abre nuevas vías para la autogestión de la salud en la era digital.